1982

Pedro Paricio

Pedro Paricio

Una galería inglesa convierte a Pedro Paricio en uno de los artistas
españoles más cotizados al vender sus obras hasta en 150.000 euros

La prestigiosa galería Halcyon, con tres sedes en Londres y otra en
Shangai y que tiene en su catálogo obras de maestros como Picasso y
Matisse, comenzó a representarlo en 2011. Ese año organizó su primera
exposición individual del orotavense Pedro Paricio en la capital
inglesa. Titulada Maestros de la pintura, incluyó 18 obras en las que
reinterpretó a artistas que siempre lo han inspirado como Velázquez,
Caravaggio o el propio Picasso. Lo hizo con su particular estilo pop y
su llamativa paleta de colores cautivando a los asistentes, que el mismo
día de la apertura compraron todos sus cuadros.

En la segunda exposición, Diario de un artista 2007-2012, la galería
dedica todas sus salas al tinerfeño y reedita su éxito. Las 50 piezas
son vendidas por precios que van desde los 30.000 hasta los 150.000
euros, lo que lo convierte en uno de los tres artistas españoles
contemporáneos más cotizados y en el pintor de moda de una de las
capitales del planeta. La crítica se rinde ante su talento y es incluido
en el libro de Francesca Gavin 100 New Artists (Nuevos Artistas). Juan
Manuel Bonet, exdirector del Museo Reina Sofía de Madrid, lo calificó
como «lo más fresco y lo mejor visto últimamente en el ámbito del arte
español emergente».

Pedro Paricio nació en 1982. Empezó la carrera de Bellas Artes en la
Universidad de La Laguna, pasó por Salamanca y la terminó en Barcelona,
en 2006. Proveniente de una familia humilde, para poder alcanzar su
sueño de dedicarse a la pintura trabajó de repartidor de pizzas,
cargando camiones, como payaso en fiestas infantiles, fotógrafo,
comisario de exposiciones y crítico de arte.

Sus primeras exposiciones en la Isla fueron en 2008, en la Casa de la
Cultura de La Orotava y en la Casa del Vino de El Sauzal. Luego de
colgar su obra en galerías y salas de Salamanca y Barcelona, en 2012
llegó su primera gran muestra individual en el Casino de Sevilla, que
capta la atención de los principales medios nacionales.

Tres años antes, en 2009, Paricio trabajaba como crítico de arte en una
revista en Barcelona. No le iba mal pero no le quedaba tiempo para
pintar y sintió que era momento de elegir y no lo dudó. Lo dejó todo y
se marchó a Londres. Como gran consumidor de cultura, la ciudad inglesa
le ofrecía la oportunidad de estar al día con las últimas tendencias en
todas las disciplinas del arte y esperaba encontrar allí una manera de
vivir de su vocación.

Pasó dos años durmiendo en el suelo de su estudio y perfilando una
visión personal, que cruza los límites entre lo abstracto y lo
figurativo, el objeto y la narrativa para transformar sus lienzos en
efímeras obras de teatro, como él las describe, llenas de colores vivos.
Son recurrentes en su obra los autorretratos arlequinescos que evocan su
propia estética vestidos de vaqueros azules, chaqueta negra, corbata
fina negra y su inseparable sombrero negro.

En 2011, cuando Halcyon lo dio a conocer, los críticos ingleses
comenzaron a hablar de él como el Damien Hirst español. Desde entonces,
vive cómodamente y reparte su tiempo entre su estudio londinense y el de
La Orotava. Del día 31 de este mes hasta el 8 de marzo, compartirá sede
con su admirado Óscar Domínguez. El TEA colgará Elogio de la pintura,
una muestra que reunirá 104 obras suyas de diferentes periodos
creativos, casi todas propiedad de coleccionistas privados de medio
mundo.

Fuente: laopinion.es